sábado, 18 de julio de 2015

RECORDANDO A ISIDRO

Jugó en el Real Madrid entre 1977 y 1985

Isidro Díaz González tenía treinta años cuando en el verano de 1985 causó baja en el Real Madrid. Estaba en el grupo de los más veteranos de la plantilla madridista, de la que había venido formando parte desde el año 1977, cuando subió al primer equipo procedente de la cantera del Club.

Isidro era un habitual de los cromos cuando yo era un crío y, por aquella época, por un error, llegué a pensar que era el padre del valencianista Quique Sánchez Flores. Resulta que debí de leer en algún sitio que el padre del sobrino de Lola Flores era el madridista Isidro. Y yo, sin dudarlo, pensaba que se trataba del Isidro que yo conocía. Vamos, que padre e hijo coincidían como jugadores en Primera División, algo que en realidad tenía muy pocos visos de ser cierto. Si hubiese prestado atención a los apellidos hubiese descubierto rápidamente que no era así. Pero, bueno, cosas de chavales...

Años más tarde, me percaté de mi propio error. Por supuesto que Isidro Díaz no era el padre de Quique Sánchez Flores. Lo que pasó fue que confundí a Isidro Sánchez García-Figueras  jugador del Real Madrid entre las temporadas 1961-62 y 1964-65 con Isidro Díaz González, que vistió la camiseta merengue entre 1977-78 y 1984-85. Éste era el Isidro que yo conocí. Por supuesto, no tenían nada que ver el uno con el otro salvo en el nombre y en que habían jugado en el Madrid.

Trayectoria

Isidro Díaz González nació el 24 de mayo de 1954 en la localidad de Gimialcón, Ávila, aunque se crió en la localidad salmantina de Guijuelo, donde pasó su infancia y su juventud. Se formó como jugador en las categorías inferiores del Real Madrid y pasó un año cedido en el Salmantino antes de asentarse en el Castilla. Con el filial madridista tuvo el privilegio de convertirse en máximo goleador de todas las divisiones en categoría nacional. "Efectivamente, en mi última etapa con el Castilla logré ser el máximo goleador de todas las divisiones. Fue algo muy importante para mí, porque ello me permitió ascender pronto al primer equipo del club", recordaba Isidro en una entrevista publicada por la revista del Real Madrid en junio de 1985, antes de abandonar la entidad.

En la temporada 1977-78 dio el salto al primer equipo de la casa blanca junto al defensa Andrés Sabido. Aquella fue la última temporada con Santiago Bernabéu en la presidencia y coincidió con los recién llegados Juanito, Stielike y Wolff.

Debutó en Liga con el Real Madrid el 16 de octubre de 1977 en un Real Madrid-Elche que concluyó 5-1 a favor de los blancos. Isidro saltó al terreno de juego en la segunda parte sustituyendo a Juanito, autor de dos goles aquel día.

De Isidro señalan las referencias biográficas que existen que jugaba como delantero, aunque curiosamente yo no le recordaba jugando en vanguardia con la camiseta blanca. Le recuerdo jugando en posiciones más atrasadas sobre el campo. Y, efectivamente, al revisar las fichas de partidos compruebo que Isidro era un auténtico comodín. Jugaba en muchas posiciones. Un todoterreno de esos que viene tan bien tener en la plantilla para solucionar cualquier problema al entrenador. Además de delantero, que también jugó arriba mucho, es cierto, desempeñó labores de centrocampista, de jugador de banda... e incluso de lateral. "Por la desgraciada lesión de Camacho el entrenador me pasó al lateral izquierdo y sinceramente creo que en esa zona tuve un buen rendimiento. Desde entonces he ido simultaneando diferentes demarcaciones, cosa que, hasta cierto punto, me ha beneficiado, ya que a la hora de jugar en un determinado lugar sabes mejor qué es lo que tienes que hacer en una determinada circunstancia. Pienso que un futbolista debería actuar en más de un lugar, de esta forma se aprende a ayudar más al compañero, al bloque", relataba Isidro Díaz en junio de 1985.

Gracias a esa facilidad para adaptarse a varios puestos se mantuvo ocho temporadas en la primera plantilla del Real Madrid. Técnicos de la talla de Molowny o Vujadin Boškov tiraron de Isidro cuando lo necesitaban y el jugador siempre respondió. Las temporadas 1980-81 y 1981-82 fueron en las que más peso tuvo en el equipo jugando 38 y 39 partidos oficiales respectivamente y anotando cuatro goles en cada una de ellas.

En los compases finales de su carrera como madridista actuaba principalmente como revulsivo desde el banquillo. Su último gol como la camiseta blanca lo anotó en la Copa de la UEFA de la temporada 1984-85, en un encuentro disputado en Yugoslavia frente al Rijeka, equipo con el que tocó remontada, como no podía ser de otra forma por aquel entonces, claro. Aquella competición europea terminó con el Real Madrid proclamándose Campeón. "Tanto para mis compañeros como para mí es una alegría inmensa ser campeones de Europa. Ya había disputado dos finales anteriormente y por fin a la tercera fue la vencida; hemos conseguido un título que hacía muchos años no conseguía el club. Estoy contento, porque he aportado mi granito de arena en el Madrid. Mi enhorabuena a todos los que se sienten felices por este triunfo", declaró Isidro en la revista oficial del club con motivo del triunfo en la UEFA.

El 30 de junio de 1985 expiraba su contrato con el Real Madrid y desde la revista del club se le preguntaba a Isidro en el mes de mayo si confiaba en la renovación. "Todo dependerá del número de encuentres que juegue. Tengo ilusión siempre por actuar, pero soy consciente de que hay otros compañeros que están en las mismas circunstancias que yo. Indudablemente si continúo será fenomenal, ya que en el Real Madrid siempre me han tratado de una forma maravillosa y deseo seguir en el club, pero también soy un profesional del fútbol y al ser una profesión muy corta he de mirar el futuro. Soy un jugador que siempre se deja todo en el terreno de juego y que no reserva fuerzas para fuera del campo, esto lo sabe el club y serán ellos quienes lo tengan que valorar", explicaba Isidro Díaz.

No renovó. Su último partido con el Madrid lo jugó el 15 de junio de 1985, en la vuelta de la Final de la Copa de la Liga. A diez minutos para el final del partido sustituyó a su compañero Paco Pineda. Ambos se despedían del Bernabéu aquel día, al igual que Stielike y Fraile, que también jugaron aquel encuentro.

Tras salir del Real Madrid recaló en las filas del Racing de Santander, con el que jugó dos temporadas en Primera División, las campañas 1985-86 y 1986-87. En la primera de ellas, además, anotó diez goles en Liga, siendo la mejor marca personal de su trayectoria en la máxima categoría nacional. En 1987, con 33 años, fichó por el Elche, entonces en Segunda División. Aquella temporada 1987-88 los ilicitanos lograron el ascenso a Primera División jugando Isidro 28 partidos y anotando cuatro goles. El ex madridista jugaría un año más con los del Martínez Valero y lo haría de nuevo en Primera disputando 16 partidos más y anotando sus tres últimos goles como profesional.

Con 35 años, llegó el momento de colgar las botas. Isidro se despidió de la Primera División en un partido frente al Real Madrid. Fue el 18 de junio de 1989 en el Martínez Valero. El Madrid de Beenhakker venció 1-3 al Elche en un encuentro cuyo primer gol lo marcó precisamente Isidro. Después remontó el Madrid con goles de Solana, Llorente y Losada.

Sí. Curioso, ¿verdad? Debutó en Liga en un Real Madrid-Elche con la camiseta blanca y se despidió en un Elche-Real Madrid vistiendo la elástica ilicitana.

Sus números

En total Isidro Díaz González jugó 223 partidos oficiales con la camiseta del Real Madrid, con la que anotó 22 goles. Con el equipo blanco ganó tres Ligas, una Copa de la UEFA, dos Copas del Rey y una Copa de la Liga. Sin duda, Isidro contribuyó con su esfuerzo y dedicación a la consecución de todos esos logros para el Club a base de mucha entrega y honradez.

Tras su retirada, Isidro ha estado vinculado con el Real Madrid gracias a la Asociación de Veteranos. De hecho, ha jugado con el equipo de veteranos y ha sido responsable del equipo de Fútbol Indoor formado por ex jugadores del Club. En el año 2006 regresó al Madrid como asesor de los canteranos.

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